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129

Capítulo 129

David y yo nos sentamos en el improvisado estudio de aquella casa.

—¿Que paso contigo? No puede creer que tengas así a Amelia.

—No le he hecho daño, solo ordene que nadie le hable, le atienden, Pero sin dirigirle la palabra, además le quite la silla de ruedas

El se agarraba la cabez...