Read with BonusRead with Bonus

Las consecuencias de mis actos

Desde aquella primera vez, todo cambió entre León y yo. Ya no había barreras. Ya no existía el “no podemos”. Lo hacíamos en su oficina, entre llamadas urgentes y reuniones pospuestas. Cuando lo invadía el estrés, me buscaba. A veces me bastaba con verle la mirada para saber que quería devorarme, y y...