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Clínicas de calor

Alguien patea mi jaula, lo que me hace despertar sobresaltada.

—Vamos, es hora de irte.

—¿A dónde vamos?

—Cierra la boca, estúpida perra, y haz lo que se te dice, o te volveré a poner el collar de choque.

—Por favor, no, por favor no me hagas ir, por favor, no quiero ir. Por favor, no hagas esto...