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Marissa abrió sus ojos poco a poco y miró lo que alcanzaba a verse de su habitación sin que tuviera que mover la cabeza. Entraba la luz a raudales a pesar de que estaban a mitad del invierno. Pero claro, ¿por qué iban a importar ahora las estaciones? California no sufría de ellas.

Miró el reloj dis...