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Visita conyugal

—¿¿Por qué diablos no tocas la puerta??— Alejandra se enfada, su rostro está rojo de la cólera

—te he dicho señorita Rivers, que la puerta se toca y esperas hasta que yo te dé la orden de pasar

—disculpe jefe— responde sarcástica —no sabía que estaba tu esposa en visita conyugal

—¡Largo de aquí!— Al...