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CAPÍTULO OCHENTA Y TRES

KYLE

No había planeado venir aquí hoy.

Solo fue uno de esos momentos—uno en los que el peso de todo se asentaba demasiado sobre mis hombros, y necesitaba ir a algún lugar. Un lugar familiar. Un lugar que no se sintiera como un maldito campo de batalla.

Así que terminé aquí.

La piscina.

Nuestra,...