Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO

Algunos hombres eran gentiles; otros, agresivos. Cada uno tenía su propia técnica.

Kyle besaba como se veía—habilidoso, dominante y devastadoramente minucioso. No solo besaba, consumía. Me desarmaba, pieza por pieza, hasta que no existía nada más que el calor abrasador entre nosotros.

Su lengua se...