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CAPÍTULO CIENTO CINCO

Me quedé unos pasos detrás de Ashley, con los brazos cruzados suavemente, fingiendo ser solo otro visitante. En realidad, estaba conteniendo la respiración.

Esto—gestos tranquilos, vulnerabilidad, suavidad—no era mi lenguaje. Yo era fluido en control. Negociaciones. Juegos de poder y resultados fin...