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Capítulo 16: Jugando con fuego

Marcus se sentó frente a mí, su aparición inesperada era una distracción bienvenida del caos de las últimas cuarenta y ocho horas.

Isolde ya llevaba tres copas, balanceándose borracha al ritmo de una canción melosa de reconciliación que había convencido al DJ de poner, la misma canción que estaba s...