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La Bruja de los Perfumes

La maestra me odiaba en ese momento. Treinta minutos tarde y nunca me cansaba de ser el padre «perfecto». Me disculpé como pude mil veces y nos fuimos.

Salí sin una dirección fija. ¿Le decía? No lo habíamos hablado con Sofía. Todo lo que tenía era un mensaje de ella diciéndome que hasta el lunes no...