Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 254

El metal dentado temblaba a centímetros de mi pecho. Pero podía sentir lo frágil que se había vuelto—lo que sea que le hayan hecho en ese calabozo había dejado su cuerpo roto.

—¡PUTA DE MIERDA!— gritó, escupiendo saliva desde sus labios agrietados.

Logré girar mi cuerpo, usando mi fuerza para rodarl...