Read with BonusRead with Bonus

Reclamando lo que me pertenece

No dijo una palabra durante el camino. Su mandíbula estaba apretada, sus nudillos blancos en el volante. Yo tampoco hablé. El silencio era un campo de batalla, una guerra a punto de estallar. Apenas estacionó frente a la casa, bajó del coche de un portazo. Caminó hacia la entrada sin esperarme, como...