Read with BonusRead with Bonus

Kendell

Kendell

Cinco años.

Mil ochocientos veintiséis días.

Eso era lo que llevaba unido legalmente a Ana Lombardo.

Y sin embargo, hasta hace poco, no había compartido con ella más que un apellido, una casa inmensa, silenciosa, y la pesada carga de un matrimonio arreglado que jamás pedí.

Cuando firmé aq...