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El destino corrige lo que otros estropean

—No insista, señorita. Está intentando colarse en un evento privado. —dijo arrastrándola con fuerza hacia la acera. Lucía forcejeó, horrorizada.

—¡Suélteme! Vine con Harris Jones. Soy su esposa —aseveró. El hombre dejó escapar una carcajada.

—Sí, por supuesto y yo, soy extraterrestre —contestó en to...