Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 38: Posesiones y otras cosas similares que necesitan permiso

Ella

—¡Detente, George, detente!— Lo empujo, odiando cómo me sonrojo, habiendo disfrutado la presión de sus labios y su toque apasionado como si él... como si me quisiera.

No voy a caer en esto, me niego. La única razón por la que me quiere ahora es porque está celoso de no poder tenerme. Porque lo...