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Capítulo OCHENTA Y OCHO

Andrew caminaba de un lado a otro mientras los gritos de Manny llenaban el pasillo.

Había reservado una habitación privada para ella y no se permitía la entrada de otro personal médico. Si iba a dar a luz a un niño muerto, necesitaba que fuera un secreto.

La preocupación y la ansiedad lo abrumaban...