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Red de mentiras

—Señorita Watson, lo lamento, mi nieto es algo extrovertido—. El señor Watson niega con la cabeza.

—Por favor… esas bromas son muy pesadas. Además, mi abuelito, al parecer, se olvidó de mí. Desde que murió, me dejó desprotegida. Él era el único que me defendía… Después de su muerte, mi vida se ...