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Cabos sueltos

—Déjanos solos, Nikita —le dijo Anastasia a la chica. Nikita asintió y salió de la habitación con rapidez, cerrando la puerta tras de sí.

—¿Acaso no sabes que se toca antes de entrar? ¿Se puede saber qué diablos pasa contigo? —preguntó Vladimir con molestia, pero ella le arrojó el periódico a la ca...