Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cuarenta y cuatro 44

Ava se sentía decaída y sin ánimos de hacer nada. Estaba a punto de quedarse dormida cuando su esposo entró a la habitación acompañado del médico.

—Hola, Ava. Me contaron que no te has sentido bien. Dime, ¿cuáles son tus síntomas? —preguntó Josué con voz amable.

—Doctor, me da mucho sueño. Últimam...