Read with BonusRead with Bonus

La sangre reconoce la sangre

Ellos estaban allí, justo afuera de mi puerta, y yo me quedé congelada en mi lugar como si alguien me hubiera lanzado un hechizo.

—Thea, no van a desaparecer —susurró Iris detrás de mí, devolviéndome a la realidad.

Finalmente recobré el sentido y me hice a un lado para dejar entrar a los tres visi...