Read with BonusRead with Bonus

Positivo

Tres meses después...

Mis manos temblaban tanto que casi dejé caer el palito de plástico que sostenía. No podía apartar los ojos de esas dos líneas rosas que acababan de aparecer.

—Mierda —susurré, agarrándome al borde del lavabo del baño.

Me negaba a creerlo. Esto tenía que estar mal. Con dedos ...