Chapter




Chapters
Prefacio.
Capítulo 1. Alexander Ivanov.
Capítulo 2. Brutal accidente.
Capítulo 3. Que trato tan ridículo.
Capítulo 4. Compasión.
Capítulo 5. El verdadero enemigo.
Capítulo 6. Protección.
Capítulo 7. Advirtiendo peligro.
Capítulo 8. Casarme con un extraño.
Capítulo 9. Ella era mía.
Capítulo 10. Palpitante atracción.
Capítulo 11. Tortuosa llegada.
Capítulo 12. No dormiré en tu cama.
Capítulo 13. Chico malo.
Capítulo 14. Nada de sexo.
Capítulo 15. El contrato.
Capítulo 16. Ironías Retorcidas.
Capítulo 17. Impredecible.
Capítulo 18. Minutos antes del gran día.
Capítulo 19. La boda.
Capítulo 20. Un golpe de Nostalgia.
Capítulo 21. Sueños rotos.
Capítulo 22. No pienso ceder el control.
Capítulo 23. Incomprensión.
Capítulo 24. Inquisitiva observación.
Capítulo 25. Suspicacia.
Capítulo 26. Gesto de altivez.
Capítulo 27. Firme sensualidad.
Capítulo 28. Estás en mi cabeza.
Capítulo 29. Infames pensamientos.
Capítulo 30. Celos mortales.
Capítulo 31. La jaula de mis celos.
Capítulo 32. Suavidad.
Capítulo 33. Las cartas sobre la mesa.
Capítulo 34. Firme invitación.
Capítulo 35. Tú me perteneces.
Capítulo 36. Fina y Elegante.
Capítulo 37. Acelerado roce.
Capítulo 38. Vorágine de sensaciones.
Capítulo 39. Dulce premio.
Capítulo 40. Recuperando la cordura.
Capítulo 41. Fiesta en la mansión.
Capítulo 42. Impulso.
Capítulo 43. Nadie toca a mi esposa.
Capítulo 44. No puedo dejar de pensar en ella.
Capítulo 45. Descarado.
Capítulo 46. Sentimientos ardientes y confusos.
Capítulo 47. Averiguación.
Capítulo 48. Celos y rabia.
Capítulo 49. Indirecta.
Capítulo 50. Bochorno.
Capítulo 51. Me encanta su olor.
Capítulo 52. Reconcomio.
Capítulo 53. El reinado de Alexander Ivanov.
Capítulo 54. Terror en la mesa.
Capítulo 55. Es solo una chiquilla.
Capítulo 56. Ava despertó.
Capítulo 57. Sospechas.

Zoom out

Zoom in

Read with Bonus
Read with Bonus

Capítulo 18. Minutos antes del gran día.
POV Ava.
Se me formó un nudo en la garganta que apretaba con fuerza hasta doler. Este jardín inmenso, supuestamente mío, se extendía ante mis ojos como un lienzo ajeno, cada flor, cada fuente, un recordatorio penetrante de lo lejos que me siento de todo.
Y entonces, como dagas certeras, llegaron e...