Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 29. Que me importaba.

Zayden

—Dame un minuto, jefe.

¡Un minuto! Podía estar muriéndose y él me pedía un minuto. Aunque quería seguir discutiendo, sabía que lo mejor era esperar.

—Está bien… espero, pero apúrate.

Golpeaba el escritorio del despacho de mi apartamento, sin poder pensar con claridad. Yo, Zayden Blackw...