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Entumecida y desesperada

Camila se quedó dormida entre aquellos arbustos, acariciando la foto de su amado, pero cruel esposo, a quién amaba aún con todos los altibajos que la vida misma le había ofrecido.

Una lágrima rodaba por su mejilla y una sensación de vacío comenzaba a sentirse en sus adentros.

Entre el sueño, el cans...