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CAPÍTULO 49: EL INSTINTO DESPIERTA

La luna no ha terminado de ocultarse cuando el grito atraviesa el pasillo principal.

—¡Ella no está! ¡La celda está vacía!

El eco de esas palabras se extiende como una ráfaga de pólvora encendida. Los tres Alfas irrumpen en las mazmorras al mismo tiempo, sus pasos hacen temblar las piedras del cas...