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Capítulo 5

Los pasos de Leonardo la interrumpen, la loba deja el cuchillo a un lado, empieza a gritar

—¡¿Por que me ofendes?! Yo solo quería que habláramos como dos primas casi hermanas.

Lucia abre los ojos sin entender nada de lo que pasa, Leonardo y Bianca llegan a la cocina con más rapidez al escuchar la discusión

—¡¿Que sucede aquí?! —grita Bianca.

Valeria abraza a Leonardo y llora fingiendo ser la víctima

—Lucia empezó a insultarme, me dijo que cuando fuera reina me convertiría en la esclava y se vengaria de mi

—¡Es mentira! —grita Lucía que no puede creer el grado de manipulación de su prima

—¡Lárgate de mi casa! —Bianca agarra del cabello a Lucía.

Leonardo interviene, agarra con fuerza la mano de Bianca sin importar que es una hembra.

—¡Nadie puede tocar a mi prometida!

—¿No me escuchaste? Ella me atacó, Lucía solo quiere burlarse de mi y de mi dolor.

—No te creo —Leonardo habla con seguridad —Nos iremos para evitar discusiones, pero les dejo claro, un intento más de atacar físicamente a mi prometida y no me detendré en ser yo quien las declare esclavas.

Leonardo jala de la mano a Lucía y la sube a su caballo para irse del lugar.

Ella le pide llevarla a su casa, a pesar que Leonardo le insiste en quedarse en la mansión lobil, Lucía es clara, no quiere más habladurías.

—Te dije que mi tío no te daría el permiso, nunca lo hará si eso aleja a Valeria de ti.

—Lo hará, solo debemos esperar un par de días, exactamente dos semanas.

Lucia se sonroja, le agradece por defenderla, los dos se miran fijamente a los ojos

—Nunca te pedí perdón, no fue mi mejor decisión haberte herido, Valeria logro seducirme y...

—Tranquilo, nuestro noviazgo fue algo de adolescentes, Valeria te dio un noviazgo de adultos, si encuentras a mi hermano, te juro que todo estará perdonado.

Leonardo llega a casa, su madre de inmediato se acerca pues Bianca se encargó de informarle todo lo que pasó en aquella reunión.

—Lucia no es la persona indicada para ser reina, si ya no quieres a Valeria puedo elegir a una novia de buena familia que nombres tu compañera.

—No se que te dijeron, pero ya te lo dije, Lucía es mi única opción.

—No estoy de acuerdo, y si te casas con ella quiero que sepas que nunca tendrá mi gracia, pero también tú me perderás como madre.

Leonardo abre los ojos, su madre es lo más importante para el, sabe que Valeria depósito su veneno, no sabe lo que ha hecho Víctor, al dañar la reputación de Lucía.

—Si me amas como madre me apoyarás, si no, entenderé que tú lealtad a él Alfa no es incondicional.

Pasan dos semanas

El padre de Valeria busca a Leonardo

—¿Cómo lo sabías? ¿Me tendiste una trampa?

Leonardo recordó aquella fecha, una fuerte plaga atacó las cosechas del lobo, perdió todo pues con esta cosecha planeaba pagar las deudas que le dejó el duque estafador.

El Alfa había pagado todo, pagándolo enceguecido por Valeria, que le domino en muchos aspectos.

—Solo sabía que pasaría porque... Me informaron de las plagas aledañas, pero no quisiste hablar en ese momento.

—Te daré la mano de Lucia, pero debes pagarme toda la deuda, además de darme un dote en oro por su peso.

Leonardo acepta, aquel dinero era importante, pero no tanto para el Alfa más rico de esa región.

El matrimonio ahora sería anunciado, Marissa no estaba de acuerdo, le pidió a Leonardo desistir.

—Vas a cometer el peor error de tu vida, te lo digo como madre no como una loba que le habla a su alfa.

—¿Que es lo que sucede? Nunca te has portado de esa manera, y menos con Lucía a la que querías mucho.

—Victor y ella fueron amantes, no quiero que tú hermano y tu peleen por una loba.

Leonardo sintió que su cabeza se llenaba de rabia, busco a su hermano en ese momento y lo golpeó

—¡Limpia la honra de Lucía!

—Ella fue mía, le cobre mi deuda hermanito —Victor responde altivo y provocador.

Leonardo gruñe

—Eres mi hermano y por mi madre no te haré daño, asi que después de mi boda te quiero lejos de mi casa.

—¡Esta también es mi casa! —gruñe Victor que detesta sentirse humillado.

—Yo soy el Alfa, el primogénito, el líder, tu solo eres el que nació después —Leonardo sale de casa furioso.

Busca el único lugar donde siente paz, la cascada cercana a la manada, aquellas aguas siempre le ha dado tranquilidad.

Amaba nadar con Lucía, los besos a veces eran más intensos de lo habitual y se completaban con caricias.

Aún se siente confundido con el regreso en el tiempo, dos años de su vida viviendo una mentira.

—Deberias estar feliz ¿Sabes cuántos desearían lo que tienes?

—¡¿Quien eres?! —Leonardo se asusta al ver un pequeño niño albino cerca de el que parece leer sus pensamientos

—Soy el guardián del tiempo, y con quién deberías estar agradecido porque te di una segúnda oportunidad —el niño niega con la cabeza y blanquea sus ojos burlón —¿Que Alfa se dejaría engañar por más de dos años?

—¿Por que me regresaste?... Yo no soy especial —Leonardo está asustado, Sabe que su situación es poco habitual.

—Alguien en el futuro que moriste decidió sacrificarse por ti, la diosa Luna te dio su gracia y me permitio regresarte pero no significa que estés a salvo.

—¿De que hablas?

—En dos años aún puedes morir, eso no cambiará hasta que encuentres a quien hizo ese sacrificio de amor y tengan un hijo, porque ese Alfa tendrá el favoritismo de la diosa Luna.

—¿Quien fue? —Leonardo pregunta intentando reunir las herramientas para salvar sus futuro.

—No lo sé, la diosa Luna no me dio detalles, supongo que espera que la encuentres por amor —El niño le señala en el agua un símbolo, una luna creciente con un símbolo infinito en medio —Esa loba tendrá esta señal, ella es quien salvará tu vida.

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