Read with BonusRead with Bonus

Su suegra

Aurore se volvió, horrorizada. No le importaba tomarle el pelo a Bernard, pero desde luego no estaba dispuesta a que Benedict creyera que su abuelo podía sobornarla como había hecho con Agnes, o con su padre.

Nada —dijo prontamente—. ¿No será mejor que te cambies para cenar?

Bernard los miró con a...