




Capítulo 5: Voy A Tener Una Cita Con Ella
Maya estaba recostada en su cama, había pensado que pasaría su fin de semana diferente, noches de baile, de pasión junto a Alex, pero él se había tenido que ir de viaje de negocios con esa mujer que estaba como zorra sobre de él.
Ya no podía negar que extrañaba demasiado a Alex, y no solo en la intimidad, sino también en todo, con él platicaba de su día, de sus problemas y ella escuchaba los de él.
El sonido del teléfono la saco de sus pensamientos, al ver la pantalla sonrió de oreja a oreja, era Alex. De inmediato le contesto la video llamada, quería verlo y que la viera.
—Hola bonita —dijo en cuanto la vio —¿Qué haces?
—Extrañarte horrores —hizo un puchero, como quería estar con él, besar su pecho que dejaba ver perfectamente —¿Cuándo regresas?
—Mañana estaré contigo, para tomar tus bellos labios, besar tu cuerpo, muy despacio, y llevarte al cielo cuando te tome —el calor de su centro comenzó a subir por su cuerpo, su voz seductora la hizo sonrojarse —me encanta ver tus mejillas carmesís…
—Tú eres el único que logra hacerlo —dijo con sinceridad —sabes que yo también te extraño —bajo un poco el teléfono para que tuviera una vista perfecta sobre de ella —mira como estoy aquí pensando en ti —se había puesto un fino encaje de lencería que dejaba ver muy bien su cuerpo…—a que hora llegas para ir por ti…
—Por la tarde, pero prefiero que me esperes en tu casa, así como estas ahora, para recuperar las noches perdidas —dijo con voz seductora
—Alex ven, te necesito, quiero que volvamos a la cama —Maya se sorprendió al escuchar a Merlina en la misma habitación que Alejandro, y más escuchar que decía que lo necesitaba y la palabra cama.
—¿Alejandro que significa esto? —preguntó molesta, con las lágrimas lista a salir pensando que él fuera capaz de engañarla, de solo pensarlo en los brazos de esa zorra su corazón dolía —¿me estas poniendo el cuerno con tu asistente?
—No, claro que no —respondió alarmado Alejandro —Merlina lárgate, estoy hablando con mi novia…
—Tú y yo no somos nada, nunca lo hemos sido —respondió arrebatada Maya —así que puedes hacer lo que quieras con ella.
Al terminar de decir eso, Maya termino la llamada, para evitar que ellos se dieran cuenta del dolor que le habían causado.
Alex miró la pantalla negra, ella había colgado pensando que le había sido infiel, cuando nunca le falto con el pensamiento desde que comenzaron juntos la relación.
Volteo a ver a Merlina que estaba mordiéndose el labio inferior.
—Lo siento fue solo una broma —dijo en forma de disculpa…
—La mía no es broma, estás despedida —Merlina abrió los ojos ante las palabras de Alejandro, nunca pensó que pudiera perderlo todo.
—No Alex, mira no me despidas, por favor, no lo hagas, si quieres le habló para explicarle, que todo fue un malentendido…
—No, y no quiero volver a verte en mi vida, por tu culpa estoy perdiendo el amor de mi vida…—Alejandro volvió a marcar el numero de Maya, pero esta no contestaba —¡Lárgate!
Merlina salió corriendo de la habitación entre lágrimas.
Alejandro volvió intentar hablar con Maya, pero ella no contestaba, así lo intento por varias horas sin obtener la respuesta deseada.
No pudo dormir pensando en lo que ella pudiera estar pensando, no había podido tomar un avión antes de la hora que ya estaba marcada en su boleto, así que espero hasta la mañana para tomar su vuelo, en cuanto pisara la ciudad, iría a su departamento.
Faltaba muy poco para poder abordar el avión cuando su teléfono comenzó a sonar, su corazón brinco pensando que pudiera ser ella, pero cuando vio la pantalla se dio cuenta que era su hijo.
Contesto, era extraño, que su hijo lo llamara tan pronto.
—Papá estoy feliz, no sabes lo que me paso en la noche —dijo con emoción que atravesaba el teléfono —me encontré con ella en el bar, bailamos, tomamos y la invite a una cita y ella acepto, no es maravilloso.
—Cálmate hijo ¿de que me hablas? —preguntó un poco desconcertado Alejandro...
—De ella, de mi diosa venus, ella es mágica, te lo digo con seguridad estoy enamorado de ella, pero —dejo la palabra en el aire con un poco de nostalgia...
—¿Qué pasa hijo?
—Ella ama a su novio, a pesar que la engaño con otra…
—Emilio si acepto la cita contigo, quiere decir que no es cierto que lo ama tanto —Alejandro no sabía que estaba diciendo, de verdad estaba aconsejando a su hijo a que le robara la mujer a otro tipo.
—Tienes mucha razón papá, si él la engaño tal vez yo tenga una oportunidad con ella —dijo Emilio más animado y con determinación —ya veras que pronto te la voy a presentar como mi novia, le demostrare que soy mejor que ese viejo…
—Eso así se habla, ¿Cuándo será esa cita? —solo esperaba que su consejo no terminara dañando a su hijo.
—Esta noche iremos a un antro…—replico con gusto Emilio.
—Te aconsejo que le lleves un detalle, algo sencillo, pero bonito —lo mismo haría con Maya, solo esperaba que dejara explicarle que no era verdad lo que había escuchado.
—Gracias papá por tus consejos —en el tono de voz de su hijo había agradecimiento y afecto —eres el mejor del mundo...
—De nada campeón desde la casa estaré deseándote suerte…—se escuchó que llamaba al número de vuelo que tenía que tomar —tengo que colgar voy abordar el avión, nos vemos pronto para que me cuentes como te fue…
—Si, pa, nos vemos cuídate...
Al terminar la llamada algo dentro de él le decía que estaba mal el consejo que le había dado a Emilio, pero quería que él luchara por lo que quería, que no se rindiera hasta conseguir a la mujer que amaba, ya solo el destino se encargaría de poner en su lugar todo, si ella era para su hijo viviría feliz y satisfecho toda su vida porque se ganó el corazón de ella.