Read with BonusRead with Bonus

Promesas

Entramos a nuestra casa en una guerra de besos que van quitando el rastro de las lágrimas de mi rostro —Tus besos saben a sal— Me dice mientras que sus manos sujetan mi cintura.

—Los tuyos son dulces...— Rebato con mis manos agarradas a las cintura de su pantalón.

Sus labios besan todo mi rostro q...