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La Boda de mi Madre

—¡Dios mío! Pero que preciosa que te ves, mi amor— Me halaga mi prometido al verme con el vestido negro que he escogido para la boda de mi madre.

Se acerca a mi con la clara intención de abrazarme, pero estiro mi brazo para detenerlo a la distancia justa, —Detente ahí— Le pido entre risas y lo miró...