Read with BonusRead with Bonus

NACIMIENTO.

Hayami estaba sentada en su escritorio; revisaba algunos documentos de la empresa de Canadá. Después del accidente, no había asistido a las juntas presenciales, sino de manera virtual. El teléfono de su oficina sonó; al levantarlo, era Angélica.

—¿Qué pasó, Angie?

—La señorita Carla Azueto quería ...