




Capítulo 69.
Los gritos de Helena se escuchaban por toda la casa, estaba envuelta en pánico, esa serpiente estaba muy cerca de ella y de su madre, realmente sentía que estaba corriendo un grave peligro, nadie la escuchaba, el único que estaba cerca era el doctor Stuart, pero él no entraría hasta haber conseguido su propósito, lamentablemente, Helena comenzó a sentirse mal, sintió un fuerte dolor en el vientre que hacía que se retorciera del dolor.
—Dios mío, por favor que alguien me ayude —gritaba ella con desesperación.
—Ay, me duele muchísimo, no puedo moverme—exclamó con desesperación.
Parecía que todo estaba perdido, el corazón de Helena se aceleró, pero antes de perder el conocimiento, emitió un fuerte grito que alertó al doctor, quien por fin había decidido entrar en acción.
—maldita sea, creo que se me pasó la mano, me olvidé por completo del embarazo de Helena —dijo en voz alta.
Stuart subió las escaleras lo más rápido que pudo, y encontró que Helena estaba desmayada sobre la cama, pero además, tenía un leve sangrado.
—Helena , por favor contéstame, reacciona, no puede ser, todo por tu culpa Carolina, ahora ella morirá por tratar de ayudarte —gritó exasperado. Los ojos de Carolina se abrieron como platos, era como si aquel momento tan difícil la hubiera regresado de golpe a la realidad.
—mi hija —balbuceo ella en un sonido casi inaudible.
—Carolina, regresaste —dijo el doctor y luego emitió una fuerte carcajada de satisfacción por haber logrado su objetivo.
Stuart comenzó a trabajar con Helena , sin perder de vista a su otra paciente, lo importante era revisarla, para verificar que todo estuviera bien, llamó a los servicios médicos, y todo lo necesario para poder trasladarla de inmediato al hospital, pues parecía que se trataba de una amenaza de aborto , pero el embarazo estaba tan avanzado, qué tanto los niños como ella estarían en un grave peligro.
—Tengo que deshacerme de todo lo que me incrimine —pensó.
—si Helena despierta y todo sale bien, le diré que me deshice de la serpiente, sí, eso es lo que haré —tramo el doctor.
Dentro de unos minutos, los cuerpos de auxilio ya estaban en la casa, y también los abuelos.
—¿Cómo puede ser posible que esto haya pasado?, nunca debimos dejarla sola —decía el abuelo completamente fuera de control.
—estoy aterrada, Max, no soportaría si algo le pasa —intervino la abuela.
—señores, hay algo más, Carolina despertó —soltó súbitamente.
Inevitablemente las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de ambos abuelos, era una emoción muy grande, las emociones estaban a flor de piel y parecía increíble que mientras su hija corría peligro, la madre estuviera empezando a recuperarse.
—Max, ve con Helena en la ambulancia, yo me quedaré con nuestra hija, es un milagro, viejo —decía la mujer envuelta en lágrimas.
El abuelo Max no podía articular palabra alguna, pero la miró con una ternura infinita, e inmediatamente subió a la ambulancia, el doctor Stuart y la abuela, subieron a la habitación de Carolina, la mujer estaba despierta, pero parecía muy confundida.
—no recuerda muchas cosas, doctor —informó la asistente.
—Es parte del proceso de recuperación, lo importante es que ya recuperó la conciencia —señaló.
—Hija de mi corazón, soy yo, tu madre —exclamó Victoria.
—Mamá, ¿pero ¿qué te pasó?, ¿Por qué te ves así? —Preguntó Carolina débilmente.
Después de obtener la autorización del doctor, Victoria comenzó a relatarles lo que había sucedido durante todos estos años.
—ha pasado mucho tiempo, Carolina, muchos años estuviste sumida en un terrible letargo, todo es diferente ahora, pero lo importante es que hayas regresado, cariño —dijo tratando de explicarle lo sucedido.
—mi hija, ¿dónde está mi hija? —preguntó débilmente.
—ella está en revisión médica ahora, es una mujer hecha y derecha, ya no es una niña —señaló victoria.
—no puede ser, perdí tanto tiempo —expresó y luego comenzó a desesperarse.
Stuart le inyectó algo que pudiera tranquilizarla, no quería arriesgarse a perder todo lo que había ganado.
—te estamos poniendo algo para tranquilizarte, pero trata de mantenerte despierta, necesitamos hacerte muchos estudios Carolina, no sabemos cómo vaya a evolucionar tu cerebro, y tu cuerpo, será todo un proceso, tienes que estar preparada —le explica el doctor.
Ella asintió, definitivamente tenía toda esa información, la cual no era fácil de digerir, estuvo por tantos años en ese estado, se perdió tanto tiempo en la vida de su hija, definitivamente tendría que ir formando el rompecabezas poco a poco. Mientras tanto, Maximilien estaba a punto de despegar, pero por una extraña razón quiso llamar a Helena, tenía un presentimiento muy raro, y quería cerciorarse de qué ella estuviera bien. La llamó en repetidas ocasiones, pero no le contestó, por lo que empezó a preocuparse.
—señor Baker, estamos a punto de despegar, me informa el piloto —le dijo el asistente de vuelo.
—que esperen un momento —indicó.
—vamos Helena, contesta por favor —pensaba en voz alta.
Era inútil, por más que llamaba, ella no contestó, por lo que decidió llamarle al abuelo Max para asegurarse de qué las cosas estuvieran bajo control.
—señor Adams, ¿está todo en orden? —Preguntó.
En ese momento, Maximilien escuchó el sonido de la sirena de la ambulancia, y se sobresaltó.
—Max, contésteme por favor, ¿Helena está bien? —Inquiere preocupado.
—lamentablemente, no, hijo, vamos con ella rumbo al hospital, Helena se puso muy mal, al parecer se trata de una amenaza de aborto —le informó bastante preocupado.
El sintió que su mundo se le caía a pedazos, le aterraba que Helena pudiese perder la vida, tampoco quería perder a sus hijos, así que inmediatamente cortó la comunicación y le pidió al asistente de vuelo que detuvieran las maniobras del despegue.
—Karen, Michael, no podré irme con ustedes, Helena se puso mal y necesito ir de inmediato con ella —dijo.
—entonces vamos todos, yo no puedo abandonar a mi amiga —contestó ella de inmediato.
—yo los acompaño, ahora la salud de Helena es la prioridad —añadió Michael.
—muchas gracias a los dos, vámonos, no hay tiempo que perder —.
Maximilien estaba desesperado, se sentía morir, Helena era todo para él, y pensar en que algo malo pudiera suceder, definitivamente le causaba un gran sufrimiento.
—por favor amor mío, tienes que luchar, no me puedes dejar solo, no lo soportaría —pensaba.
—Tienes que ser fuerte, Maximilien, ella te necesita —le aconsejo Michael.
El respiro profundo, y trato de reunir todas las fuerzas para cuando estuviera con Helena .
—no podría soportar si algo malo le pasa, ella es mi vida entera —expresó.
—no digas esas cosas, nada va a pasarle a Helena —lo reprendió Karen.
De inmediato se marcharon al hospital, el abuelo Max ya se encontraba allá, y a Helena la estaban interviniendo.
—¿Cómo está ella? —Preguntó consternado.
—aún no nos dan información —dijo el abuelo.
—¿Pero ¿cómo pudo pasar esto?, Ella estaba muy bien cuando nos fuimos —preguntaba el sin parar.
—parece que estaba con Carolina, cuando todo esto sucedió, al menos eso fue lo que nos dijo el doctor Stuart —explicó.
—claro, tenía que ser ese doctor —argumentó.
—Todos estos días hizo que ella estuviera sometida a mucha presión, esto no puede seguir así —dijo bastante molesto.
—tal vez no sea necesario, porque Carolina despertó —relata el abuelo.
—bueno, al menos una buena noticia dentro de todo este desastre —intervino Karen.
El tiempo seguía pasando, y aún estaban a la espera de noticias, pero ningún médico salía a decirles nada, lo cual hizo que todos estuvieran desesperados.
—no estoy dispuesto a esperar más, si en este momento no sale nadie a darnos información, yo mismo entraré a ese lugar, se trata de mi mujer, que no pueden entenderme —gritaba desesperado.
—Están haciendo su trabajo, Maximilien—dijo Michael.
Al cabo de unos minutos, el doctor que estaba a cargo del caso de Helena , salió para brindarles información, era una situación bastante difícil, de la cual no se sabía si Helena pudiese salir bien librada, lo único que deseaba es que las cosas pudieran resolverse de la mejor manera, pero ante un panorama tan desolador, las probabilidades se reducían en un gran porcentaje.