Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 56.

Helena regresó a su habitación, se sentía sumamente feliz por el hallazgo ocurrido en el cuarto de su mamá. En tanto Maximilien la esperaba, ella entró corriendo y se lanzó en sus brazos, pues luego de tanto tiempo por primera vez se sentía feliz, plena, lo único que ensombrecía su dicha era el estado en el que se encontraba su madre, y por supuesto la lejanía de Ana.

—por Dios mi amor, no corras así, recuerda que estás embarazada —la reprendió Maximilien.

—pero mira nada más que protector resultaste ser, me gusta qué cuides de nosotros, mi vida —contestó ella.

—tal como debe ser, pequeña, ¿pero por qué estás tan contenta? —Cuestionó.

—no imaginas lo que pasó en el cuarto de mamá, pareciera que me hubiese escuchado cuando le conté la noticia de nuestros hijos, salieron lágrimas de sus ojos, amor—relató.

—mi cielo, eso es maravilloso, quiere decir que tiene posibilidades de recuperarse, creo que ha llegado el momento de recurrir a otros especialistas, deberías planteárselo al señor Adams —propuso.

—Así es, mañana a primera hora hablaré con los abuelos, quiero empezar a encargarme de mamá, y de ser posible, me gustaría que se trasladen a nuestra ciudad, ¿no te molestaría verdad? —Interrogó ella.

—por supuesto que no, todo lo contrario, recuerda que mi casa es tu casa, y por ende también la de ellos —respondió.

Ella lo envuelve con sus brazos y le da un tierno beso, esperaba que la mañana le trajera nuevas alegrías ilusiones que le permitieran ayudar a su mamá a salir de ese terrible letargo en el que se encontraba. Por otra parte, Gregory había ultrajado a Elena, pero en lugar de soltarla, de dejarla ir, decidió hablar con ella, quería tenerla bajo su dominio, nunca le gustó dejar cabos sueltos, pero tampoco quería deshacerse de ella, después de todo esa mujer había movido grandes fibras en él.

—así me gusta, gatita, te portaste muy bien, y quiero que te quedes conmigo definitivamente, no soportaría que otros hombres pudieran tocarte, y más te vale que no me contradigas, sabes lo qué pasa con las mujeres que me llevan la contraria —la retó con actitud amenazante.

Elena sabía que estaba acorralada, por lo que resultaría mejor seguirle la corriente a ese hombre, después de todo se trataba de un hombre rico, y aun cuando le repugnaba, era preferible eso a tener que sufrir las consecuencias de lo que representaría hacer todo lo contrario a lo que él quería.

—de acuerdo, haremos lo que tú quieras —contestó débilmente.

Gregory sonrió complacido y salió de la habitación dejándola a solas, Elena tendría todas las comodidades y estaría en una jaula de oro, en una prisión prácticamente, estaba indignada, sumamente molesta, nunca nadie la había humillado de esa manera, por lo que había tomado la decisión de vengarse de Gregory como diera lugar.

—te juro que me las vas a pagar, maldito viejo asqueroso, me repugnas, y no descansaré hasta destruirte por completo —pensó en voz alta.

Por otro lado, Gregory se marchó de la casa y cuando estaba en camino, le pidió a Ema qué lo esperara despierta, pues tenía algo importante que decirle.

—no entiendo porque no puedes adelantarme eso que dices que es tan importante —refutó Ema.

—no seas impaciente, espera a que llegue a la casa, quiero que las cosas queden muy claras —contestó para después cortar la comunicación.

En unos cuantos minutos el patriarca de la familia Baker, ya se encontraba en su residencia, entró y de inmediato pudo ver en la sala a su esposa.

—¿Cuál es la urgencia Gregory? —Interrogó ella.

—quiero que cuando nuestro hijo y Helena lleguen de viaje, empiece a organizarlo todo para que entre ellos se celebre la boda más impresionante de los últimos tiempos —ordenó.

—Estás loco, yo jamás organizaré la boda de esa oportunista, no le voy a poner a mi hijo en charola de Plata —respondió indignada.

—¿Eres sorda o qué te pasa?, No te estoy preguntando, te lo estoy ordenando, y por si no te has dado cuenta, aquí se hace lo que yo digo —dijo en forma implacable.

—¿Pero no entiendo a qué se debe ese cambio?, hace unos días pensabas como yo, que esa mujer era una arribista, y ahora le quieres organizar la boda del año —agregó.

—no quiero que mis tres nietos nazcan fuera del matrimonio, eso no sería algo digno de nuestra categoría —explicó con voz pausada pero contundente.

Ema se paralizó al escuchar semejante noticia, no podía creer que precisamente Helena fuera a darle la dicha de tener tres nietos, no obstante, la sola idea de qué naciera de ella, le parecía repugnante.

—¿Estás seguro de lo que estás diciendo? —Preguntó con impaciencia.

—por supuesto que lo estoy, nuestro hijo me habló para contármelo, sé perfectamente que te duele que no haya sido a ti a quien le dio la noticia, pero te lo mereces por ser tan estúpida y seguirle el juego a la idiota de Diana, esa mujer inservible que no fue capaz de embarazarse en todo el tiempo que estuvo con nuestro hijo —.

—no me culpes a mí, te recuerdo que fuiste tú quien decidió que nuestro hijo se casara con ella, y si Diana no se embarazó, fue precisamente para cuidar nuestro prestigio —espetó Ema.

—por favor, no me hagas reír, Helena Andrews tampoco está casada con nuestro hijo, y mira, fue mucho más inteligente que ustedes dos, y no sólo le dará a la dinastía Baker un hijo, sino tres, por lo que esa mujer se vuelve intocable a partir de este momento, te lo advierto Ema, no quiero trucos, si algo le pasa a ella o a cualquiera de nuestros nietos, te juro que te las verás conmigo —le dijo con vos intimidante.

Ema estaba furiosa, pues sabía perfectamente que las amenazas de Gregory siempre eran en serio, por lo que en ese momento tenía las manos atadas y tenía que soportar la idea de qué Helena se casara con su hijo, aún a pesar del gran rechazo que sentía hacia la mujer que se uniría a él.

—escúchame bien Diana, no quiero que sigas adelante con tus planes de venganza, Elena está fuera de circulación, no hay nada que podamos hacer, esa mujer está embarazada de trillizos, y tú sabes lo que el linaje le importa a mi marido, espera que yo te avise, será mejor que te vayas un tiempo del país hasta que las cosas se calmen —le indicó.

—pero no es posible, Ema, no podemos permitir que esa maldita mujer se salga con la suya, tenemos que acabar con ese embarazo de inmediato —decía tratando de convencerla.

—te he dicho que no, si nosotros tocamos a Helena , Gregory nos mata, y no hablo en sentido figurado, así que si sabes lo que te conviene te quedarás quieta, querida—.

Diana empezó a romper todo lo que estaba a su alrededor, se sentía furiosa por no poder hacer nada para separar a su ex prometido de Helena , sabía que cuando el viejo Baker se le metía algo en la cabeza, no había nada que lo hiciera cambiar de opinión, así que decidió informar a Toni sobre la situación.

—todo se salió de control, Toni, no hay nada que podamos hacer para separar a Maximilien de Helena , esa estúpida mujer, está embarazada de trillizos, y eso es muy importante para Gregory Baker —informó completamente enfurecida.

—yo no tengo porque rendirle cuentas a ese viejo, y si tú te estás acobardando, ese es tu problema, actuaré por mi parte —respondió totalmente convencido.

—no te recomiendo que hagas eso, el patriarca de los Baker es implacable, y si descubre que algo le pasó a Helena o a esos mocosos, te destruirá por completo, yo sé lo que te digo —le advirtió.

—¿Y qué propones?, Que nos quedemos con los brazos cruzados mientras esos dos son felices —.

—Debemos esperar al nacimiento de esos niños, después tú y yo actuaremos, por ahora no es prudente que hagamos nada —señaló.

—el plan con Elena ya está puesto en marcha, ¿qué haremos con eso? —Cuestionó.

—debes ponerla sobre aviso, no podemos seguir adelante con eso, además, Maximilien está encandilado con esa mustia, dudo mucho que vaya a hacerle caso a otra mujer, y mucho menos ahora que sabe que ella espera tres hijos de él—contestó Diana frunciendo el señor.

Cuándo la llamada terminó, Toni hizo lo propio, primero llamó a Elena insistentemente, y al ver que ella no contestaba, decidió enviarle un mensaje de texto informándole la situación que prevalecía.

—Es necesario que abandones la compañía de los Baker, Elena, las cosas se han puesto peligrosas —escribió.

—a buena hora me avisas, idiota, por tu culpa estoy en graves problemas ahora, el viejo descubrió nuestros planes, y ahora estoy en su poder —respondió ella.

Toni estaba realmente asustado, si ese hombre tenía la capacidad de haberlo descubierto todo, de encargarse de Elena, lo mismo podría hacer con ellos, así que por el momento, era mejor hacer lo que Diana decía. Las cosas estaban empezando a tomar un rumbo diferente, por el momento la maldad estaba paralizada debido al afán que Gregory tenía por proteger a Helena debido a sus nietos, pero conociendo a Toni y Diana, lo más probable es que encontrarían un plan que pudiese afectar tanto a Helena como a sus futuros hijos.

Previous ChapterNext Chapter