Read with BonusRead with Bonus

55. Nuestro bebé, nuestro angelito

—¡No puedes hacer eso!

Exclama María Teresa de una vez, incapaz de no mirar a este hombre con impresión.

—Claro que puedo. La ley me lo permite —responde Leonardo con las manos en los bolsillos.

—Mira, Leonardo. Tú eres su papá, acepté que vieras a mi hijo, tu hijo. Hasta ahí, pero abrir un juicio p...