Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 29

El silencio que siguió fue acogedor, como si todo lo que necesitábamos decir ya hubiera quedado entre nosotros. Aún recostada contra su pecho, sentí cómo Enzo volvía a acariciar mi cabello, esta vez con un ritmo más pausado, casi meditativo. Mi cuerpo comenzaba a relajarse por completo, y el agotami...