Read with BonusRead with Bonus

69

UNA SEMANA DESPUÉS.

Carolina me tenía como un prisionero en la habitación. Ni siquiera mi padre se había atrevido a tanto, pero ella insistía cada vez que yo quería salir. Me daba un sermón, y no contenta con eso, ponía al pequeño demonio a vigilarme.

— Tráeme algo de agua — le pedí a Valentino, q...