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Capítulo 36 Los placeres de la carne.

Dante movió sus dedos más rápido dentro y fuera y Belinda comenzó a sentir ardor, ya iba a decirle que le dolía cuando sintió la boca de Dante lamiendo encima de sus dedos que entraban y salían, Belinda mortificada quiso quitarse y Dante sonrió.

—Dijiste que podía hacer lo que quisiera —dijo con ...