Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 47.

Yo gemí estirando mis deliciosamente adoloridos músculos. Y luego me tapé con las cobijas cerrando los ojos.

Bueno, no hemos estado tomando precauciones para que no quede embarazada, pero sabía que no lo estaba. Ese olor característico de una loba con tiernos, malolientes y ruidosos paquetitos era ...