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CAPITULO 41

Sentía sus manos heladas, su corazón latía acelerado en unos minutos llegaría el momento de hacer la entrega, para que el intercambio se llevase a cabo.

—Ya está pesadilla está por terminar mi niña, pronto estaremos en casa. —Miró el reloj en su muñeca, la hora de la entrega ya había llegado.

Tomó...