Read with BonusRead with Bonus

CAPITULO 25

Las horas pasaban, mi impotencia y mi rabia iban, en aumento no sabía dónde estaba mi hija, y tampoco ayudaba el hecho de literalmente no tenía como demonios pagar un maldito abogado decente, la frustración me dominaba.

—Así no solucionare y definitivamente, debo encarar aquel canalla. —Tomé mi cha...