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Ella está enamorada

— Pues ni modo, eres solamente para mí - la voz del hombre hizo palidecer a Genesis.

— ¿Quién te dijo para traerme aquí? - ella se quiso dar la vuelta olvidando que estaba atada cayendo al suelo y golpeándose el rostro.

— Ya no tiene caso decirte las órdenes de quién estoy siguiendo, a tu esposo n...