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CINCO

Genesis sentía bastante dolor mientras observaba a Leandro — Me he torcido el pie por tu culpa- ella lo miro a los ojos, con la pequeña borrachera que se mandaba su rostro se veía encantadora más allá del dolor, ella le había dicho a Ana que no queria tomar, pero la pelirroja juro que la iba a cuidar en la borrachera.

— Pensé que querías seducirme porque te advierto que los trucos de mujer barata no me hechizan - Leandro se veia muy serio, pero segundos después le acaricio el rostro a la mujer, Genesis realizó un torpe movimiento que al final no fue tan torpe puesto que terminó desestabilizando a Leandro ambos habían tocado suelo, Genesis abrió sus ojos azules brillantes se abren aún más ella se había asustado, el cuerpo del Imponente hombre quedó por encima del suyo, Genesis no se movió por el miedo que Leandro provocaba en ella, de hecho le aterraba la idea de que el hombre cogiera la suciedad del suelo, ambos se miraron profundamente a los ojos.

- Podrías quitarte encima de mí - Ella quiso removerse, pero se contuvo, no obstante fue Leandro quien reaccionó tomando de las muñecas a la pequeña mujer que tenía por debajo de su cuerpo, los ojos del hombre derrochan la pasión que oculta su cuerpo envuelto en un traje costoso.

- Sabes que acabas de cometer un error y los errores se pagan - La voz del hombre se escucho ronco y por supuesto el rostro de Genesis se volvió lívido.

El hombre con movimiento rápido se había puesto de pie con la mujer en brazos la llevó a otra zona de la casa, todas las paredes eran hechas de cristal al momento en que entraron la fragancia de las flores entro en las fosas nasales de la mujer, ella estaba aturdida hasta que sintió la superficie en dónde su cuerpo fue posicionado de inmediato ella tuvo un mal presentimiento realizando el intento de colocarse de pie, pero un mareo la dejo nuevamente en su sitio, que era una pequeña cama.

Leandro había sonreído al ver aquella acción, segundos después se posicionó por encima de ella, la inmovilizó tomándola de la muñeca y llevando su brazo a la altura de la cabeza de ella, Leandro se veía misterioso, seductor y a la vez aterrador, mirada penetrante y encantadora.

Los labios de Leandro toman posesión de los labios de la mujer, el sabor de sus labios era de vino, la lengua del hombre tomó el control, sus manos puesta en el cuello de ella, un beso apasionado una mezcla de whisky y vino, ella no pudo evitar gemir derritiéndose ante el tacto del hombre.

La borrachera y la cordura de Genesis no iban en la misma dirección aquella noche, se escuchó el siseo de la tela del vestido blanco desgarrandose estremeciendo el cuerpo de ella.

- Mi vestido lo has roto - Murmuró ella con la voz temblorosa.

- Es de mala calidad si te portas bien te compraré una tienda entera - Murmuró Leandro desajustandose la corbata para posteriormente quitarse la camisa.

— ¿Que significa si me portó bien? - Susurra ella mientras siente la lengua del hombre en su clavicula y cuello además se sentía mareada por el alcohol y las caricias del hombre, su pequeño cuerpo reacciona ante las acciones del hombre.

— Cierra la boca - el hombre le mordió la oreja logrando que Genesis arqueara su cuerpo pegándose al cuerpo del hombre sintiendo el miembro masculino erecto, bien puesto para ella y aquello la hizo entrar en pánico.

— Es que duele - la mujer se quejó, mientras sentía que Leandro recorre su cuerpo con su mano, faltaba más cuerpo para que el siga explorando.

Ambos se habian quedado desnudos ella sintió el cuerpo desnudo del hombre, segundos después había observado algo que para muchas podría ser obsesionante observar el cuerpo desnudo del hombre más poderoso de España, el mismo por el que todas las mujeres suspiran y ella no deseaba aquello, ella era diferente.

La sonrisa malévola, la respiración acelerada los ojos ardiendo de deseo del hombre hicieron que Genesis trague saliva, observó como el hombre tomó con sus manos su miembro, separo lentamente las piernas de la mujer segundos después ella cerró los ojos mientras sentía como el hombre entraba en su cavidad, ella estaba humeda ya preparada para él, debido al estimulo de Leandro, se hundió profundamente en el interior de ella al sentir su falo abarcar cada centímetro de ella, Leandro gruñó con ferocidad lo estrecho de la cavidad femenina podría volverlo loco.

Genesis se llevó la cabeza hacia atrás, por supuesto el alcohol la dejaba aún más sensible reaccionando a las caricias que el hombre le dejaba en la piel, profundas embestidas, gruñidos roncos de él, hacen sentir una sensación desconocida para ella, dispuesta a dar y pedir mucho más de aquella fricción, de aquel encuentro desesperado de sus cuerpos .

Leandro la besa, un beso al cual en menos de 2 segundos ella respondió envolviendo sus brazos alrededor del cuello del hombre, mientras seguía empujando en ella, después de unas horas, siendo las 4 de la madrugada el intenso encuentro sexual había terminado, sus cuerpos estaban enredados entre ambos, el otoño no se sentía tanto por el calor que ellos desprendían.

El hombre encontró la pasión en el pequeño cuerpo de la mujer que estaba exhausta su cuerpo brillante de sudor, Leandro la observó tan frágil y tan ardiente a la vez, Leandro la estaba observando desde el otro lado de la pequeña cama, hasta que observó que ella parecía haber temblado entonces el hombre hablo.

— Vístete y entra en la casa - Fueron las palabras expresadas por el hombre con total frialdad.

— No tengo ropa, acabas de actuar como una bestia, me has roto mi vestido, de hecho me debes un vestido no pienso entrar envuelta con un vestido roto en la casa, además las amigas de tu madre también estaban hace rato no quiero hacer pasar un momento incomodo mucho menos que me lo hagan pasar a mi - responde Genenis realizando un puchero y tratando de cubrirse el cuerpo desnudo con el vestido roto, pero aquello ya era inservible.

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