Read with BonusRead with Bonus

Epílogo.

Duncan.

-Ocho.

-Si. -Dije con calma.

La cara de mis dos amigas era un poema.

-Espera, ¿Ocho?

-Si.

Megan y Stella se miraron con incredulidad.

Habían pasado un par de semanas desde que mi vida había cambiado (nuevamente) y esta vez para mejor.

Vivía con mi pareja, mi madre estaba feliz de...