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45- Rebeldía justificada

Mikaela no pudo disimular esa expresión de satisfacción,Isabella había salido de su camino.

—¿Te alegra verdad?---Sus palabras escondían reproches.

—¡No sé  de que me hablas!

—Bien que te has alegrado cuándo te dije que firmé el divorcio.

La mujer se encogió de hombros —.Yo no te guié la mano para q...