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Eirik tomó su espada y despues me lanzó un pedazo de tela. yo lomire mal de inmediato.

—Ponte algo, no puedes andar por ahí desnuda —me dijo.

Me envolví lo mejor que pude con la tela y me acerqué a él, mirando en sus ojos lo cansado que estaba, ya nos estaba pasando factura todo lo que pasamos. La ...