Read with BonusRead with Bonus

16

Las mujeres allí se presentaron, todas eran brujas, obligadas a esconderse. Los lobos, les habían dado caza, buscando a la bruja que les pudiera dar el dichoso amuleto. La anciana se acercó a mí y tomó mis manos en las suyas ya arrugadas, luego me miró a los ojos.

— Debemos cuidarte, o todo a nuest...