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Capítulo 3

Anna pasó la mañana, en sus labores un poco más tranquila, después de lo que vivió en su casa, a pesar del humor de su jefe insoportable, su trabajo era su refugio.

Cuando llegó la hora del almuerzo su amiga le hizo una seña sin acercarse a ella, entró a la oficina de su jefe y le avisó que iría a almorzar como lo hacía diariamente, una vez más Derek asintió ignorándola por completo con la mirada fija en una pila de documentos que tenía frente a él.

— ¿Te sientes mejor? – le preguntó Emily mientras se dirigían al comedor de la empresa, la joven asintió en silencio. –mira no había querido hablarte de esto, pero siento que lo necesitas –Anna miró a su amiga confundida. –hace cuatro meses encontré una aplicación, se llama chat girl, me suscribí por curiosidad y pues se trata más que nada de conversar con hombres que solo buscan un poco de atención y te pagan por pasar el rato entre charlas y eso pagan muy bien, porque los clientes son hombres adinerados, recuerdo que en dos semanas hice mil quinientos dólares –Los ojos de Anna se abrieron de par en par. –si quieres te ayudo a instalarla en tu celular y te pago la suscripción.

— No, sabes que yo con los hombres… además ¿Solo conversar? –Enarcó la ceja con duda.

— Bueno -Emily hizo una pausa desviando la mirada. –la verdad puedes conseguir que te paguen más si... tienes conversaciones eróticas –Anna negó de inmediato.

— Tú sabes que yo no sé nada de eso, soy virgen –Susurró solo para que su amiga escuchara.

— Tómalo como aprendizaje para cuando… tú sabes, esta es la mejor manera para practicar –Emily señala su teléfono. –además Anna medidas desesperadas requieren de acciones desesperadas, debes salir de esa casa estás en peligro, ¿vas a pasar todas las noches sin dormir y lo peor vivir siempre con miedo de cruzarte con ese desgraciado? ¿que pasa si te llegas a quedar sola en esa casa con él? ni siquiera quiero pensarlo, mira ¿Por qué no te quedas esta noche en mi apartamento? Y así puedes descansar y pensar con tranquilidad.

— No puedo dejar a mi bubu solo

— No va a estar solo, y no le va a pasar nada lo sabes tu tía no se atreverá a hacerle algo al mejor amigo de doña Clara sería demasiado evidente.

— Creo que tienes razón -se encogió de hombros. – Y la verdad si me vendría bien el descanso en tu cómodo apartamento. –expresa con una sonrisa tímida.

— Perfecto así podemos suscribirte y enseñarte que debes hacer –Dice moviendo sus cejas de arriba abajo divertida.

Derek.-

— ¿Nos vamos a almorzar? –Daniel entró animado a la oficina de Derek, cuando ve la expresión enojada de su mejor amigo se detuvo en seco. –¿Qué te pasa?

— Necesito que mantengas a raya a tu secretaria –exigió Derek con autoridad, apretando los dientes, Daniel lo miró confundido.

— ¿Qué hizo ahora?

— Distrae a Anna, le tienes la cabuya muy suelta, no parece tu empleada –Daniel rodó sus ojos con fastidio, tumbandose en la silla sin darle importancia a las palabras de su amigo.

— No es una esclava, además hace muy bien su trabajo

— Pues me importa una mierda, no la quiero cerca del escritorio de Anna o la despido –Daniel bufó-

— Ni se te ocurra o si no hablaré con tu abuela –Derek apoyó su espalda en su silla-

— ¿Tienes algo con Emily? –Derek soltó la pregunta sin medirse mirando a su amigo atento a su respuesta.

— ¡NO! Yo no soy como tú, es una buena asistente y hace muy bien su trabajo, resolviendo tus problemas no tengo tiempo para entrenar a otra –Derek entrecerró sus ojos- ¿Nos vamos?

— Necesito que le preguntes a Emily ¿Por qué Anna estaba llorando esta mañana? –Daniel abrió la boca mirándolo con sorpresa.

— ¿Te preocupa? –Preguntó con un tono burlón.

— No seas estúpido, la necesito activa y concentrada en su trabajo, si tiene problemas va a estar encerrada en el baño chillando –soltó con desdén.

— Recuerda que su abuelo está enfermo, puede ser por eso, según me dijo Emily el tratamiento y las terapias físicas son muy costosas

— Pero, se le paga muy bien –Expresó Derek confundido- más que a cualquier secretaria

— Sí, pero le sigue pagando a su tía por hacerse cargo de las deudas que heredó de su padre, no es suficiente fue lo que me comentó Emily –Derek asintió.

— ¿Y desde cuando hablas con Emily como si fueran amigos? –Daniel giró sus ojos hacia arriba.

— A diferencia de ti yo si me preocupo por lo empleados –ambos salieron de la oficina entre sus juegos de palabras, pero dejando pensativo a Derek con respecto al tema de su asistente.

— ¡Ujum, claro! –Sonrió de manera divertida.

(…)

Al llegar la tarde Anna ya no aguantaba el cansancio, ese día habría sido el día en el que más había abusado del café y ya no podía tomarse una taza más, lo que necesitaba era dormir.

— ¡Vámonos! antes de que la bestia que tienes por jefe te haga salir tarde –Emily tomó la bolsa de Anna y salieron corriendo, cuando iban llegando al ascensor la voz de Derek las hizo temblar.

— ¡ANNA! –Ambas mujeres no esperaron el ascensor y tomaron las escaleras de emergencia, iban riendo a carcajadas mientras corrían.

— Esto es una locura, no podemos seguir así –Expresó Emily aún muerta de risa y con la voz agitada.

— ¡Sí! Si no me vuelven loca en mi casa, lo hará Derek Morgan. –Respondió Anna con frustración.

Ya en el apartamento de Emily, Anna se sentía tranquila, incluso devoró la mitad de la pizza que pidieron a domicilio, Emily esperó a que diera un baño.

— ¿Qué te dijo bubu? –Anna se encogió de hombros.

— Se quedó tranquilo, me dijo que si yo quería podía quedarme los días que quisiera, creo que sospecha lo de Baltazar.

— A mí me parece bien, no tengo problemas, tengo una habitación libre –Anna movió su cabeza con negación-

— No puedo dejar a mi bubu solo, con mi tía, no puedo abandonarlo es la única familia que me queda

— Bueno ven siéntate, ya instale la aplicación en tu celular y pagué tu suscripción –Anna la veía sin estar convencida- ¡Ay Anna vamos! En algún momento debes salir de ese cascaron y que mejor que por chat, ven te explico, si lo que te preocupa es tu identidad puedes estar tranquila porque no necesitas poner foto, ni tu nombre, colocas un alias y listo te llegaran solicitudes de candidatos y tú aceptas los que quieras, como es una aplicación paga no te encontraras con degenerados ni charlatanes, los hombres que están en esta aplicación tienen dinero y están dispuestos a pagar solo por ser escuchados o leídos ¿Quieres intentar?

— Está bien, pero prefiero hacerlo sola –Emily sonrió asintiendo, Anna aún observaba su celular en medio de sus manos con duda.

— Perfecto, los pagos caerán en tu número de cuenta directamente, no tienes que darle a ninguno tus datos, porque los dueños de la aplicación hacen todo el proceso, es muy seguro, bueno me iré a dormir porque iré con Daniel mañana a los juzgados, se levantó del sofá entrando a su habitación –Anna la miró confundida.

— ¿Daniel? –Ana mencionó divertida con una ceja enarcada y un sonrisa.

— A diferencia de tu jefe el mío es un persona amigable y mientras yo haga mi trabajo con eficiencia estaremos bien –Sin refutar Anna asintió, viéndola alejarse y entrar en su habitación.

Suspiró acostada en su cama varias veces, mirando el techo y escuchando el timbre de notificación de su celular, había creado la cuenta, sin embargo no quiso indagar más, no sabía que esperar de algo así, seguramente encontraría a puros pervertidos y ella no estaba para esas cosas, nunca ha besado ni a un chico, se moriría si alguno de esos hombres le muestra una foto de su… negó girando su cabeza y lo observó, pero rápidamente la duda desapareció, si esta era una forma de conseguir dinero y escapar de la casa de su tía pues tenía que dejar sus inseguridades y pena a un lado.

— ¿Qué más da? ¿Por qué no? –Se sentó en la cama y tomó su teléfono, mordiendo la uña de su pulgar entró en la aplicación y vio seis solicitudes para su seudónimo Artemis74- Bien aquí vamos, no tengo nada que perder, solo un prueba y nada más.

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