Read with BonusRead with Bonus

Maquiavélico

Andrew

No sabía exactamente cuánto tiempo llevaba metido en este maldito sitio.

Los putos rusos se estaban bebiendo mi cordura.

Cada día una nueva tortura, cada día una nueva dosis  de esa maldita medicina que me hervía las venas, cada día me sentía más lejos de mí y más cerca del manicomio.

No ...