




Las cartas han cambiado
Aitana
Me despierto con el olor de una rosa en mi nariz y cuando abro los ojos y veo al mar verde que me mira desde los ojos de Ashton, siento que floto en el. Y entonces reparo en el tremendo contraste que hace la rosa negra con el verde de sus ojos. Me está gustando demasiado, y no debería, ni siquiera lo conozco y pasa de tratarme bien a tratarme mal. Es muy confuso.
—Ahston quita eso de mi cara —le pido sentándome y dándole la espalda —que color más siniestro para una rosa.
Siento unas manos que me toman de la cintura desde atrás y me arrastra por la cama hasta depositarme encima de sus piernas para decirme al oído...
—Mi angelito, en este momento estás tan sexy acabada de levantar y con esa camiseta corta dándome tantos fáciles accesos que es una pena que tengamos que ir a un entierro, cuando lo único que quiero es enterrarme bien profundo en ti.
Me muerde el lóbulo de la oreja mientras mete su otra mano dentro de mi camiseta y me acaricia los pechos con los pétalos de la flor. Me retuerzo de gusto.
Ese gesto me hace cerrar los ojos y contraer un poco el cuerpo al tiempo que él me ladea el rostro y me besa con lentitud.
Es un beso tan suave, que casi no lo reconozco en el, nunca me ha besado así, generalmente es muy brusco y demandante pero esta forma tierna de besar es completamente nueva.
Y parece notarlo porque se separa de pronto y rozando su nariz en la mia junta nuestras frentes por un segundo, y cuando calma su respiración me dice impulsandome para que me levante...
—Vístete con el uniforme y la corbata negra que nos queda poco tiempo —y dejando la rosa en la cama sale tirando la puerta y me deja preguntándome, ¿qué mosca le picó?
¿Por qué es tan bipolar este chico?
Amaia
Sigo mirando a Ashton preguntándome cómo pueden todos ignorar la gravedad de lo sucedido y actuar como si fuera lo más normal del mundo.
Bueno a lo mejor aquí era muy normal, nosotras acabábamos de llegar y habíamos tenido un día muy revelador, para ser el primer día.
Pero averiguaría todo,como fuese necesario... averiguaría.
—Hice chocolate para todos —le digo a los chicos que están hablando bajito en el sofá.
—Toménselo ustedes, ya nuestro trabajo aquí está hecho , nos vamos. —dice el imbécil de Aidan —a ver si se van a creer que somos parejitas y desayunaremos en plan romántico.
—...Pero que imbécil eres —exploto poniendo las tasas sobre la cocina con fuerza y moviendome hacia la puerta la abro antes de vociferar —¡Fuera! —me miran y no se mueven —...¡ahora !
Rujo de manera descompuesta y Ashton es el primero en salir sonriendo y negando con la cabeza.
—¿A qué esperas ? —sigo alzando la voz, me ha molestado su comentario y lo quiero lejos de mi.
Por fin se levanta, camina hacia la salida y cuando pienso que va a salir, me retira la mano que tengo aguantando la madera y tira la puerta quedándose dentro,me toma de la cintura y me levanta del suelo cargandome, recostandonos contra la puerta.
La respiración se me acelera al instante y cuando lo siento morder mi cuello me quejo pero me siento humedecer por debajo.
¡Traicionero cuerpo, el mío!
—Pequeña, recuerda que las órdenes las doy yo, jamás tu —puntualiza acariciando mi pezón con un dedo suyo y enterrando su miembro entre los labios de mi sexo por encima de la ropa, ambos jadeamos —por tu bien, espero que no se repita y por el mío me voy ya o no respondo.
Y me deja en el suelo saliendo de la habitación, dejando la puerta abierta porque ni siquiera se molesta en cerrarla el cabrón este.
Cuando por fin me voy a llamar a mi hermana para tomarnos el chocolate y bajar a desayunar para asistir al entierro tocan a la puerta y voy a abrir.
Me encuentro con una Ámber y un Tommy muy asombrados y que se cuelan dentro y las piernas me tiemblan.
¡Dios se bueno conmigo y no dejes que Aidan sepa que él está aquí por favor!, junto las manos mentalmente.
—Chicas, ¿ ya supieron lo de anoche? —pregunta Tommy ignorando que fuimos expectadoras en primera plana.
—Si Tommy, la verdad es que sí —digo y cuando voy a continuar me interrumpe Ambar —y, ¿que hacía aquí el más cabron de los Miller?
—Vino a decirnos que habría un entierro y nos dejó dos rosas negras para asistir —no continúo de la cara que pone ella y su amigo a la vez me dice...
—¡Eh...mejor umm, mejor me voy, nos vemos por ahí! —y se marcha tan rápido que no me da mas opción que preguntar...
—¿Qué le ha pasado, Amber? ¿por qué se ha ido así?
—A ver Amaia, no te asustes vale —ya esa sola frase asusta muchísimo pero me callo para que siga —pero los Miller no dan flores ni se preocupan por nadie y el hecho de que les haya dado una rosa negra es señal de que las ha reclamado y cuando todos vean en el entierro que las llevan lo sabrán, pero solo han existido dos chicas que han portado las flores negras de los Miller y ... —se detiene y yo la incito a seguir —están muertas Amaia, como la profesora Morgan.
Terminó de decir aquello y yo me siento con el chocolate en la mano viendo a mi hermana recostarse a mi lado.
—A mi Ashton también me dió una rosa negra, la mía no fue Aidan quien me la dió , así que esa teoría no me asusta —dice mi hermana calmadamente —si fuera como tú dices Aidan la hubiese traído para las dos pero la mía me la dió Ashton.
—Eso sí es raro chicas —vuelve Ámber — así como Andrew, Ashton jamás a reclamado a nadie.
—Bueno Ámber, dejemos este tema que nadie ha reclamado a nadie ,son películas que te estás montando ,solo es una flor acorde con el evento al que asistiremos. Lo que si me gustaría saber es, ¿por qué nadie salió anoche por los gritos y gemidos ?
Pero sobre todo me gustaría saber, ¿cómo le hacen para parecer tan tranquilos habiendo una persona muerta y a punto de ser enterrada?
—Chicas no hagan muchas preguntas,¿si?, O por lo menos no a mi, no quiero líos.
...Después de desayunar con un silencio molesto y demasiadas miradas puestas en las malditas rosas que llevamos mi hermana y yo, nos dirigimos todos al cementerio que jamás imaginé que te tendríamos en el fondo del internado.
Era un cementerio pequeño pero con capilla y alrededor de veinte tumbas , pero la pregunta era, ¿ quienes estaban enterrados allí?
Ya había perdido la cuenta de cuántas preguntas tenía acumuladas esperando respuestas que nadie parecía querer darme.
El profesor Andrew hizo su aparición mientras el cura hacia su oración de despedida ...¿teníamos cura también?
Más preguntas aparecian.
En toda la ceremonia no había visto a los Miller, solo a Andrew que estaba enfrente, me fui separando del grupo y mi hermana estaba más tranquila al lado de Ambar y los chicos mientras yo me alejaba para ver los nombres de las lápidas y las edades y fechas de defunsion, pero no llegue muy lejos cuando siento que me observan de lejos y me paralizo detrás de una tumba prácticamente sin alejarme del grupo. Unos ojos verdes que tienen como dueño a un profesor muy sexy me lanzan un guiño de ojo y yo le sonrió apenada.
Me mantengo en el sitio hasta que siento un cuerpo detrás de mi y me sobresalto , pero me voy a dar la vuelta justo cuando una mano entra dentro de mi minifalda y me pellizca una nalga antes de seguir su curso a mi clítoris , tarea que le cuesta poco trabajo puesto que no llevo bragas , casi nunca uso.
—Pequeña ,eres más perversa de lo que aparentas con tu pelo castaño y esos ojos casi tiernos azul cielo que reflejan dulzura y esconden los rasgos más oscuros de tu personalidad -sepsra mis labios com sus dedos hacia me muerdo los labios cuando entra tres dedos de golpe delante de todo el internado, es una costumbre que tiene de ser agresivo y nada tierno a la hora de tocarme. Y cada vez me derrite más.
—Me encanta que no me hagas fuerza —muerde mi nuca despacio —que solo hablarte al oído te ponga pero no me encanta lo suficiente como para perdonarte el que te estés sonrojando con un lamentable guiñito de ojo de mi hermano —entra con tanta fuerza que me levanta del sitio y me aguanto de la tumba que tengo delante.
Él mete su otra mano delante de mi muslo y lo aprieta duro, muy duro. Yo casi lloriqueo del dolor contrastado con el placer que me sigue dando entrando y saliendo sin parar.
—Esta noche serás castigada por tu falta de respeto —estoy casi a punto y no puedo creer que me vaya a correr en pleno cementerio recostada a una tumba observando un montón de personas despidiendo a otra, ajenas a lo estamos haciendo.
—Quiero que te corras ahora —aprieta más mi muslo provocando mi orgasmo y cierro mis ojos para abrirlos y encontrame con la seria mirada del mayor de los hermanos.
—Ahora él sabe que eres mía —dice el posesivo este y yo quiero morir de la vergüenza —ya se trajo su propio juguete ,que no se meta con el mío.
Cuando voy a contestar se ha marchado y noto que nos empiezan a indicar que vayamos al patio y si mi hermana no me hubiese venido a buscar para llevarme de la mano creo que no habría podido salir de aquí.
—Cariño, voy un momento al baño —le digo a Aitana separándome de ella para ir a limpiarme mis propios fluidos qie me corren por las piernas y al ir sin bragas nada los contiene.
Cuando estoy en el baño limpiándome siento una conversación fuera e inmediatamente identifico la voz de Andrew ,la otra voz no se de quien pueda ser.
—Las cosas serán diferentes está vez —dice Andrew.
—No quiero amenazas ,sabes muy bien lo que quiero —la otra voz es de una mujer, claramente.
—Dalila no voy a haber logrado todo lo que he logrado para que vengas y me jodas ahora ,hice lo que hice y no me arrepiento pero si te he traído de vuelta a sido por él. Por nada más.
—No me intimidadas ,ya no —escucho que le dice la chica y la observo por la esquina de la puerta y es hermosa y muy sexy ,lleva unas iniciales tatuadas en uno de sus senos con las letras MD ... ¿que significarán?
Se van de allí no sé a dónde y cuando salgo del baño me voy directo al patio parándome al lado de mi hermana y veo en la misma fila de Aidan una chica rubia muy guapa y él la mira de arriba a bajo con deseo ,y yo estoy que lo mato. Me da a mi que esta noche se va a quedar con las ganas porque conmigo no juega ni Dios.
—Como todos saben —empieza a decir el director Miller ...maldito apellido —la profesora de literatura inglesa lamentablemente ya no está con nosotros ,por lo que hemos traído a su reemplazo.
¿Reemplazo?
Pero si acaba de morir ,¿cómo iban a saber que iba a suceder, como para tener automáticamente un reemplazo?...
Mis preguntas aumentan cuando veo subir a su lado a la sexy mujer con la que discutía en los baños minutos antes...
—Les presento a la nueva profesora, La señorita Denim.
Y algunas piezas encajan ...MD ,el tatuaje ...Miller y Denim , ¡Oh Dios mío!, son pareja o, ¿que son?
Y lo que es peor aún ,¿tendrá algo que ver su rápida aparición con la violenta muerte de la anterior profesora ? ,porque él le dijo claramente que había hecho algo y no se arrepentía...
Este sitio es de todo menos lo que esperaban ,en un par de días había visto más cosas escabrosas que en mis veintiún años ,y lo que estaba viendo ahora mismo me hervía la sangre en las venas.
Aidan jugaba con el pelo de la chica y ella le sonreía como idiota ,pero queda claro que aquí la idiota soy yo.
Caminando hasta ellos y sin medir consecuencias tiro del hombro de Aidan que ni se inmuta y le digo al oído...
—No cuentes conmigo para tus jueguitos —solo dije eso y cuando me doy la vuelta para irme me tropiezo con unos brazos que me aprietan de la cintura, evitando que me caiga a sus pies.
Levantando mi vista, me aferro a sus antebrazos y veo los ojos más azules que jamás he visto adornando un rostro muy blanco de un cabello negro azabache y el chico que me sostiene me sonríe diciendo...
—Tranquila dulzura ,que ya te tengo.
No quiero ni pensar el la reacción del idiota de Aidan , solo quiero seguir en los brazos de este chico enorme y guapo.
Ahora querido Aidan verás que los dos podemos jugar este juego.
La mesa está servida y las cartas han cambiado.