




Cuando yo quiera que quieras
Aidan
Me despierta un jodido dolor de cabeza.
¿Dónde coño estoy?
Miro a mi alrededor desorientado y me percato enseguida del sitio...
¡¿La enfermería?!...No me lo puedo creer.
¿Que coño hago aquí?
Enseguida me llegan imágenes a la mente. Ya lo recuerdo, algún puto imbécil me golpeó y con eso me declaró la guerra.¿ Quien coño se atreve a golpear a Aidan Miller?
Pues un loco, nadie en su sano juicio se mete conmigo.
—Al fin hermano —escucho decir y me llevo la mano a la cabeza —llevas cinco horas dormido, te han cocido la cabeza y ni anestesia te han puesto porque ella te dejo fuera del aire. Ha sido increíble.
¿Perdón?
¿Cómo?
¿Ella?..¿Qué ella?
¡Nah!
¿Una mujer?, ¿una jodida mujer? Una mujer no me puede golpear así ...¿ A mí?...¡ No, difícil !
—¿Cómo ella?....¿ Cuál ella?,¿De quien coño hablas, Ashton ?
—Hermano —comienza Ash a explicar — Amaia oyó todas las mentiras que me contaste y se puso furiosa , salió del baño y te golpeó con un extintor.
Conforme lo cuenta, yo me estremezco, ¿ella oyó todas las estupideces que le solté a mi hermano?... joder, que mal me sale todo. Ahora pensará que no me muero por ella como lo hago. Dios, que puta mierda todo.
—No eran mentiras —gruño y miento.
—Sii claro —dice con sorna mi hermano —y el cielo es caoba —ironiza finalmente yo lo ignoro. No dejo de pensar en esa maldita morena pequeñita de ojo malditamente azules.
Ahora sí estaba jodido todo con ella, si oyó todo eso no me dejará acercarme jamás, la conozco lo suficiente para saber que me mandó a la mierda en cuanto escucho todo aquello.
Pero eso no me debería preocupar, es lo que quería, después de todo era lo que me había exigido el cabrón de Muriel ...que me alejara de ella.
Que difícil me será, me muero por tenerla, esa mujer me desquicia, me fascina, me arrebata, me ha devuelto las ganas de vivir mas allá del follar y volver a follar y ahora con esto que me hizo me pone mucho más, la quiero para mí. Y joder si no me la quedo.
Hasta le di la puta rosa negra, pero ahora él me la quita y no sé si podré cumplir, pero a lo mejor ella me ayuda hacerlo.
Con lo cabreada que debe estar, me alejará ella misma y no tendré que esforzarme en quitarla del medio.
Soy el cabrón que soy precisamente por la tremenda falta de encoñamiento que ostento.
¡Que estúpido mi propio pensamiento!
A mí no tengo que mentirme, esa mujer me encanta y nada me impedirá conseguirla para siempre, pero si quiero protegerla, tiene que ser así.
—Aidan,¿ me vas a contar ya lo que pasó ? —pregunta Andrew entrando con libertad —tu pequeño hermano se ha callado bastante lo detalles.
—No pasó nada, me caí en el baño y me di contra un extintor —no pienso delatarla, la expulsaría y quiero poder verla.
—...Que había en el suelo —termina de decir Ashton, poniendo un poco de contexto a la idiotez de dije y mi hermano mayor hace una mueca que dice que no se traga nada, pero me da igual.
—Sabes que no puedes protegerla siempre, ¿¡verdad?! —amenaza Andrew — en algún momento encontraré algún detalle y la sacaré y a su hermana también. No nos conviene que pongas a pensar con la cabeza equivocada.
Mi hermano Ashton se para como si le hubieran pinchado el culo con un alfiler.
—No te metas con Aitana o arruino todo con una simple llamada y lo sabes —lo amenaza.
Casi que lo apoyo pero decido callarme .Me ocuparé de que no toque a las chicas y acabemos nuestro trabajo aquí. Pero lo haré desde el anonimato. No quiero que note lo mucho que me puede esa mujer.
Andrew de momento trajo a mi cuñada Dalila, que entre las clases de inglés y los polvos en todas las esquinas lo tendrá ocupado y con mi sobrinito de 3 años ya está bastante cogido por las bolas como para molestar a las chicas.
El negocio va bien, las cosas van tomando el rumbo que necesitamos y si sigue así dentro de poco saldré de toda esta mierda y arreglaré las cosas con Amaia, la quiero para mí y la tendré .
Jamás me he negado nada, y esta no será la primera vez, la quiero a ella, me gusta como reacciona a mis brutales tratos, como se moja con el dolor que le provoco canalizandolo al placer.
Esa mujer me está volviendo loco y la tomaré cuando todo acabe.
Si es que aguanto sin tomarla antes.
—¿Ya sabes que Muriel está en el internado ? —pronuncia bajito, Ashton lo mira.
Hijo de puta..., este cabrón no solo me ha exigido que me aleje de Amaia sino que ha venido aquí para comprobarlo y joderme todavía más, pero ahora sí que me ha tocado los huevos .
Este cambio de planes me obliga a tomar rápidas decisiones, sino lo hago él se acercará a mi chica y lo mataré mandando todo a la mierda.
—¿Qué has dicho? —me siento, me arranco las vendas de la cabeza y calzandome los zapatos le digo —necesitas acelerar todo Andrew —me paro frente a él y lo señalo con mi dedo —si se atreve a acercarse a alguna de las chicas mandaré todo al demonio, esas rosas negras indican que son intocables en el negocio y eso vale para todos, explícaselo bien y que cumpla o no respondo.
Me largo de allí, con la cabeza latiendome a mil pero quiero verla, necesito hacerlo, no se cuánto luchará pero mientras mas lucha más me atrapa .
Es tan tóxico que roza lo enfermo, pero así me gusta. Necesito alguien que me de guerra. Que me plante cara, y ella lo hace. Ella es ese alguien.
Me tiene a sus pies, pero no lo sabe, ni lo imagina y yo no pienso decírselo. No puedo hacerlo , me han obligado a apartarme de ella ,
y sin querer he cumplido , pero si algún cabrón pone un solo dedo cerca de ella tíraré todo por la borda.
Camino por los pasillos como la fiera que soy, parezco un león furioso. Llegó a la puerta de su habitación y giro el pomo notando que está abierta, entro sin ningún problema y apunto en mi mente reprenderla por tener cero cuidado de su seguridad.
Me desplazo por todo el sitio y no veo a nadie, pero siento un ruido salir del baño y cuando me dirijo a el y abro la puerta metiendo la cabeza dentro y observando la escena que tengo delante mando todo a la mismísima mierda. A tomar por culo la precaución. No puedo más. Es demasiado para soportar. La quiero ya, y la quiero ahora.
Parece una maldita pintura, está en la bañera llena de espuma, pero no la suficiente para que no vea el inicio de sus pechos con los pezones tiesos queriendo que mis dientes los muerdan, tiene los ojos cerrados mientras su mano está bajo el agua obviamente dándose placer, tocando lo que debería estar tocando yo si no estuviera intentando salvar el mundo, y la veo mordiendo sus labios, dios que dura se me ha puesto.
No aguanto más.
Camino hacia ella y meto mi mano buscando la de ella, se sobresalta y casi me lanza a la bañera.
—¿Qué coño haces aquí hijo de puta ?
Grita descompuesta y yo aprovecho que saca sus manos para poner la mía en su zona íntima y agarrarla con la otra de la nuca para que me escuche mientras la masturbo. La obligo a mirarme a los ojos y me muerdo los labios desquiciado.
Cuando meta mi polla dentro de ella, me pasaré allí un mes ...o un año mejor.
¡Cómo la deseo!
—Aidan quiero que te vayas —dice entre jadeos, porque aunque esté cabreada se que me desea y que no puede resistirse a mis caricias, aprieto mi agarre en su nuca y me pegó a su oído al tiempo que entró dos dedos en ella mientras mi meñique acaricia su culo y el gordo le masajea el clitoris, la respuesta es tan inmediata que me planteo sacarla de ahí y comerme esos dos orificios hasta que se desmaye del placer.
Pero en cambio le digo al oído mientras ella clava sus uñas en mis brazos y yo sigo con mi trabajo de penetración y caricias.
—Escúchame bien Amaia porque no lo volveré a repetir.
Espero que preste atención porque la siento tan al borde del orgasmo que se retuerce y jadea con los ojos cerrados, lo que le voy a decir no debería hacerlo pero no encuentro otra manera de arreglar un poco este maldito lío...
—Lo que le dije a Ashton no es cierto y lo sabes, pero no puedo hacer ver en pleno pasillo lo mucho que me gustas.
Le penetro más fuerte y suelto su clítoris para introducir el meñique en su culo de un solo golpe y eso la hace abrir la boca echando la cabeza hacia atrás.
La presión que hago es tanta que ella se queja pero se adapta enseguida y sigo con mi ritmo. Tiene los ojos cerrados y la boca abierta y quiero hundir mi lengua en ella. Beberla con vehemencia y follarla con fuerza.
¡Joder!
—En el club hay tráfico de mujeres, entre otras cosas, y yo pertenezco a un grupo investigativo para desmantelar la organización, pero soy infiltrado por supuesto. Hay mucha más información que no puedo darte — termino así para que no pregunte demasiado, no podría responderle.
Abre los ojos y me mira sentándose en la bañera poniéndome las tetas en la cara y vuelvo a presionar mis dedos dentro de ella, mordiendo su pezón sacándole un grito que me trago con un beso. No podía seguir sin besarle y sentir como me aprieta los dedos que tengo dentro de ella y me tira del pelo me esta matando. La deseo en demasía. Es casi animal mi lascivia por esta pequeñita mujer.
Me toma del cabello y nos besamos como los desesperados que somos cuando estamos juntos y yo sigo entrando y saliendo de ella,follando su coño y su culo con mis dedos al mismo tiempo.
—Solo puedo decirte que la rosa negra las protege de esa gente, y que Ashton no sabe nada, así que no le preguntes porque me buscarás problemas.
—Aidan, pe...pero ahh, explícame —me da un manotazo cuando meto los dedos hasta el final —joder, jo...joder, no puedo hablar ahh —sigo con más velocidad y la beso de nuevo porque su boca me llama y no me quiero resistir, es mi puta boca, la tomo cuando quiero.
Muerdo su labio y ella me tira del pelo jadeando cuando libera su orgasmo .
Dejo nuestras frentes unidas mientras le acaricio las piernas bajo el agua y recuperando el ritmo de la respiración dice encontrando mis ojos...
—¿Las chicas muertas tienen que ver con esto ? —me separo y sacando las manos del agua cojo una toalla las seco en ella y mi pequeña se pone de pie.
La enrosco en la toalla y sacándola del agua nos veo reflejados en el espejo y es una vista tan hermosa que si fuera tan marica como Ashton le diría que la quiero tener siempre así.
Poniendo mis brazos a su alrededor la observo descansar su cuerpo en el mío y me siento extasiado.
—Pequeña, te he dicho antes que las respuestas a tus preguntas pueden ser espeluznantes —le beso la cabeza y la suelto,cuando voy a salir me toma de la mano.
—Cuídate,¡¿ si ?!...
Momentos como este son los que me ponen a sus pies, joder como me gusta.
Tiro de su cintura y me como su boca. Me pierdo en esos labios que me saben a cielo y a infierno a la misma vez. Me trago sus gemidos con mis jadeos y le muerdo la lengua con ansias de hacerla mía repetidas veces. Me tira del pelo y me chupa la boca como si fuera suya y es que lo es. Me dejo ir y camino hacia adelante empujándolo todo a nuestro paso y ávido de sentirla más entregada. En aquel tórrido beso nos hemos perdonado los dos y nos demostramos que somos más que un calentón y unas viscerales ganas de follarnos. Hay algo entre ella y yo y voy a conservarlo. Es una promesa.
—Cuídame tú, siguiendo con la farsa del enfado conmigo y déjame tenerte cuando pueda... —le digo esperanzado y tratando de recuperar el aire después de aquel beso.
—Podrás tenerme cuando yo quiera que quieras Aidan, no te equivoques —me jura y ya siento que se ha convertido en mi versión femenina; pero sonrío y me marcho un poco más tranquilo. Voy a poseerla hasta que no pueda existir sin mí.
Estoy menos preocupado porque medio arreglé las cosas con ella y no tuve que darle mucha información.
Si no la hubiera puesto al borde del orgasmo, no creo que hubiese sido tan fácil. Aunque mi erección no está de acuerdo con lo de fácil.
Nada más llego a mi habitación me quito la ropa y me voy a duchar con agua bien fría para controlar este deseo que siento por ella, y resulta que...
Cuando salgo envuelto en una toalla y con mis excitación más controlada, veo en mi cama desnuda y abierta de piernas a Camila y sonrío como el farsante que soy.
Tanta farsa me acabará consumiendo ... pero es mi trabajo aquí.